Si sospecha que un bebé o un niño puede tener pérdida auditiva, llévelo a una prueba de audición con un profesional del área.

Con un equipo especial, la audición puede ser medida incluso desde el primer día de vida. En los bebés y los niños más pequeños, la audición puede examinarse usando:

  • Una evaluación de emisiones otoacústicas
  • Pruebas automatizadas de respuesta auditiva del tronco encefálico.

En los niños mayores de cinco años, la audición puede examinarse a través de una prueba de audiometría. En los casos en que no se disponga fácilmente de esas pruebas de audición, se debe orientar a los padres hacia un centro de salud donde se pueda evaluar la audición del niño.

FUENTE: Schwartz SR, Magit AE, Rosenfeld RM, et al. Clinical Practice Guideline. Otolaryngology–Head and Neck Surgery