Mucha gente cree que la cera del oído es algo sucio, desagradable o innecesario y se limpian los oídos regularmente. Pero la cera está ahí por un motivo en particular y si la retiramos estamos interfiriendo con un proceso natural y necesario de nuestro cuerpo.
Producimos cerúmen para mantener los oídos lubricados, limpios y protegidos de agentes externos.
De hecho, normalmente los oídos se autolimpian de manera natural sin ayuda externa desde adentro hacia afuera. La suciedad, el polvo y otras materias pequeñas se pegan al cerumen del oído, cuya función es precisamente evitar que entren al conducto auditivo.
Al masticar, mover la mandíbula y con el nacimiento de piel nueva en el canal auditivo, el cerumen del oído es empujado hacia afuera, y se cae durante el baño o ducha habitual.
FUENTE:
Schwartz SR, Magit AE, Rosenfeld RM, et al. Clinical Practice Guideline (Update): Earwax (Cerumen Impaction). Otolaryngology–Head and Neck Surgery. 2017;156(1_suppl):S1-S29. doi:10.1177/0194599816671491