Es la pérdida o disminución de la capacidad de auditiva por uno o ambos oídos, a consecuencia de la exposición prolongada o repetitiva a niveles perjudiciales de ruido, no solo de ruido el ruido laboral, sino que nos referimos al ruido recreativo (discotecas, bares, conciertos, gimnasios, eventos deportivos, usar reproductores de música con audífonos a volumen elevado) o ruido ambiental (trafico vehicular, el metro, electrodomésticos, actividades industriales, etc). La exposición al ruido daña estructuras internas de la cóclea y provoca cambios del umbral auditivo de forma temporal o permanente; aparece también el acúfeno (tinnitus o zumbido) crónico, que funciona como señal de advertencia y clara manifestación de lesión coclear.
OMS, señala que la pérdida auditiva tiene consecuencias potencialmente devastadoras para la educación, el empleo y la salud física y mental. Sería necesario adoptar ciertas medidas para proteger a la población de los ruidos excesivos: planificar las vías de circulación fuera de las zonas residenciales, insonorizar los edificios, instalar barreras acústicas, plantaciones densas de árboles y propiciar una educación ambiental que fomente el gusto por el silencio y por los sonidos naturales y musicales a volúmenes que sean seguros para la salud auditiva.
Ileana Gutiérrez-Farfán, Emilio Arch-Tirado, Ana Luisa Lino-González, Laura Julia Jardines-Serralde. (marzo abril 2018). Daño auditivo inducido por ruido recreativo. Salud pública México, 60, 126.